miércoles, 5 de marzo de 2008





"Nuestra memoria es frágil; el transcurso de una vida es muy breve; todo sucede tan deprisa que no tenemos tiempo para entender la relación entre los acontecimientos. Esto es lo que mi madre escribió en sus memorias y cuadernos para poder seguir la pista del tiempo."
Isabel Allende en La casa de los espíritus.
El sábado tuvimos la oportunidad de visitar el convento. Nosotros la aprovechamos paseando por la parte superior(con mucho cuidado, porque los entresuelos están peor que regular) junto a Paqui Lucía Conde, que nos deleitó con sus recuerdos y los de sus primas así como con las historias de sus miedos referentes al estrecho pasillo.
También pudimos comprobar que la insidiosa covacha estaba tapiada; y paseamos por el patio... Si cerraba los ojos, no me quedaban lejos en el recuerdo los niños más pequeños con sus babis marrones y los pantalones cortos ( Pedro, mi hermano Rafa, José Pedro, Joaquín Rivero...) ni las niñas mayores ( Elena, Ana, Margarita, Amalia, María Hidalgo...) con los uniformes negros y esos cuellos que rara vez no pellizcaban al ser cerrados. Por estar, estaba Germán saltando y brincando. Y en los riscos, Memi, Esteban, José Antonio, Isabel Madrid, las hermanas Rius, las Gonzalez Almeida, las Rivero en todas sus versiones únicas e irrepetibles (Conchi, Elo, Lourdes, Carmen, Pepi...). Y mi prima Carmen, siempre.
Por eso, con Isabel Aisa ( que no tengo ni ideas de quién es) quiero decir que "la amistad nos hace salir primero de nosotros mismos y nos permite luego regresar a nuestra intimidad llenos de tesoros y de lámparas deslumbrantes".